"Si digamos lo que digamos, nuestras políticas las deciden otros gobiernos en Bruselas. Entonces, ¿de qué sirve la democracia? ¿para que votamos? afirmaba una ciudadana griega cuando le preguntaban que opinaba sobre el Referéndum. Y eso es exactamente lo que los distintos organismos europeos no llegan a comprender. No entienden el significado en términos de soberanía y dignidad que representaba dicha consulta contra aquellos que solo han sabido humillarlos de manera indiscriminada. Los ciudadanos griegos han entendido a la perfección que la UE es un espacio en el que hay que estar, disputar y sacar los máximos beneficios para el país y no la miseria y marginación como solo han recibido hasta ahora. Pero también saben que Eurpa necesita una urgente reconstrucción para que haya una relación de iguales entre los distintos gobiernos en el que no quepa las imposiciones y las claudicaciones.
El papel de la deuda ha sido esencial para entender que la correlación de fuerzas entre Grecia y la Troika era extremadamente desigual. Gracias a este pretexto y a las continuas genuflexiones de los distintos gobiernos helenos han provocado que se aplicasen políticas de austeridad muy duras para la ciudadanía. Lo cual ha provocado tener un tipo impositivo totalmente regresivo de los más altos de Europa o la precarización más absoluta de las condiciones laborales de los griegos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre Grecia decía que era totalmente indispensable realizar una auditoria de la deuda que conlleve una quita o reestructuración de la misma. Y también analizar los tiempos de los pagos. Dicho estudio no ha salido hasta el último día por los obstáculos que le ponían desde la Troika.
Otra teoría que habría que desmontar es el mito de los 26.000 millones que según el gobierno de el Estado español habría prestado a Grecia. Pero según la propia legislación de la Unión Europea un Estado miembro no puede prestarle dinero a otro Estado miembro en forma de préstamo. Y mucho menos habría hecho frente con ese dinero al 38% de las pensiones anuales como dijo Margallo. Es importante señalar que la gran parte de ese dinero no fue a parar a los griegos sino a pagar vencimientos de deuda griega con las principales instituciones financieras europeas (principalmente bancos franceses y alemanes). Es decir, el dinero que salió de nuestros bolsillos no terminó en manos de los griegos, terminó en los balances de la gran banca europea. Por lo tanto, fue un programa de rescate encubierto al sistema financiero europeo. Además con un tipo de interés muy por encima de los estándares normales con los que se financia un país en los mercados internacionales. Hasta llegar al 7%. En conclusión, el principal objetivo del gobierno español es evitar que otro gobierno endeudado realice con éxito una política económica distinta, en donde lo social esté por encima de lo meramente especulativo. No lo olvidemos.
Como ya sostenía el jusrista Alexander Sack en su Principio de la deuda odiosa o deuda ilegítima, la deuda externa de un Gobierno contraída, creada y utilizada contra los intereses de los ciudadanos no tiene por que ser pagada y por tanto no es exigible su devolución. Por lo tanto cabe que nos preguntemos si el gasto en armamento que los sucesivos gobiernos han adquirido hasta llegar al 17% del PIB griego haciéndole ganar muchísimo dinero a las grandes empresas alemanas y estadounidense les ha reportado algún tipo de beneficio a los ciudadanos griegos.
Mañana hay reunión del Eurogrupo y seguro que los acreedores ya buscan la manera de llegar a algún tipo de acuerdo con el Gobierno heleno para poder salvar algo. Pagar una deuda que supone el 180% del PIB de una nación solo existe en la mitología.
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