Los últimos datos del paro reflejan una realidad distinta a la que nos muestran el Partido Popular y los círculos empresariales
Ya se conocen los datos del paro
publicados por la EPA
(Encuesta de Población Activa), y a pesar de la insistencia del gobierno del
Partido Popular en afirmar que hay un cambio de tendencia en cuanto al
desempleo, la realidad de miles de familias continúa como hasta ahora, incluso
en algunos casos empeora.
Aún bajando la tasa de desempleo
del primer trimestre en 2.300 personas (el menor descenso en varios años) el porcentaje
asciende: un 25,93% de la población activa se encuentra actualmente sin empleo.
Éste fenómeno también lo padece la juventud ya que aún descendiendo la tasa de
paro en 25.700 jóvenes el porcentaje asciende a 55,48%. Éstos datos dejan en
evidencia, no sólo que no existe dicha tendencia de crecimiento, sino que muchas
personas se han visto obligadas a dejar el país donde viven.
Lo más alarmante no se encuentra
en la tasa de desempleo, a la que ya nos estamos acostumbrando (a pesar de
alcanzar tamaños históricos), y es que el número de familias con todos sus
miembros en paro aumenta en 53.100.
Ante éstas escandalosas cifras
causadas por la crisis estructural del capitalismo no hay reforma laboral que
valga, que, por cierto, los pocos empleos que se crean pueden denominarse como “empleos
basura” puesto que muchos de estos se llevan a cabo sin contrato, con sueldos
menores al marcado por la ley o con un horario de varias horas al mes ¿Qué familia
puede sobrevivir con un sueldo que se basa en un trabajo de diez horas
semanales?
Mientras
tanto tipas como Mónica de Oriol se permiten decir frases como ésta:
Ante una crisis de sobreproducción
como la actual los diferentes aparatos del estado tienen que estar al servicio
de la clase económicamente dominante, convirtiendo a ésta en la clase políticamente
dominante. Ellos tienen conciencia de clase, por eso solo podremos derrotarlos
y solucionar los problemas más vitales que afectan a nuestro día a día cuando
adquiramos conciencia de clase, conciencia obrera, organizándonos y luchando
por nuestros intereses reales.
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