El dos de Enero en el metro de Embajadores (Madrid) un policía murió tras forcejear con un inmigrante y caer ambos a las vías del tren. El suceso ocurrió después de que el policía le pidiese los papeles que le acreditaban como inmigrante legal en España. Según fuentes policiales se procedió a la identificación tras los gritos proferidos por el joven de Costa de Marfil a la policía.
Lo cierto es que los inmigrantes en situación ilegal y con rasgos claros de no ser españoles, ya sea porque llevan velo, sean negros o sus rasgos faciales no se correspondan con los de un occidental se ven sometidos a constantes controles policiales para saber si cumplen o no con la ley de extranjería. El incumplir esta ley supone un gran problema para todas estas personas, Cie y devolución a su país, por lo que muchas veces se sienten violentados ante la constante presión policial de un Estado que muchas veces muestra racismo con medidas como la atención médica solo para aquellas personas que dispongan de una tarjeta sanitaria.
Por otro lado, la presión mediática y la islamofobia y racismo claro que muestran los medios de comunicación, como el caso ocurrido con el magrebí que intentó suicidarse en la estación de Atocha (que poseía nacionalidad española y que en ningún momento afirmó que tuviese una bomba y fuese a detonarla) pero que aun así intentaron relacionarlo con un posible ataque yihadista de un 'lobo solitario'.
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