El TTIP (Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversión) entre Estados Unidos y Europa supone mucho mas que un simple tratado de libre comercio. Es la base de la integración con el Mercado estadounidense que suprimirá las barreras económicas y legales en los intercambios comerciales.
El acuerdo el cual se encuentra en una “fase precoz” empezó a negociarse en Julio de 2013, y desde entonces la polémica no ha parado de crecer. Barack Obama se reunió ayer miércoles con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso y con su homologo del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. El objetivo de la reunión es darle el “impulso político necesario” al TTIP. Los críticos del tratado aseguran que este atenta directamente contra los derechos fundamentales de los europeos. A lo que la Comisión Europea respondía ayer que el acuerdo es “ambicioso y comprensivo” y afirmaba por otra parte que las negociaciones avanzan “por el buen camino”. Sin embargo los reticentes enfocan sus principales críticas en el hecho de que estas negociaciones sean a puerta cerrada y no haya mas información que la que los propios asistentes dan.
Así “la transparencia sobre las negociaciones” es el principal argumentario de los críticos. Así el Observatorio Europeo de las Corporaciones (CEO en inglés), una organización cuya labor es estudiar y controlas la presión que ejercen los lobbies empresariales en los organismos comunitarios afirmaba “El acuerdo se esta negociando en secreto entre gobiernos y multinacionales”. CEO enfoca sus preocupaciones en el secretismo pues ni los documentos de negociación, ni la contribución de los distintos actores, ni las agendas o las reuniones con la industria son públicos. Así CEO asegura que la Comisión “Esta dejando a los ciudadanos en la oscuridad informativa” Pruebas de dicho secretismo las encontramos en que el CEO recibió 44 documentos directamente de la Comisión tras sus reuniones con los lobbies empresariales, después de rellenar una solicitud. Eso si, los documentos llegaron 10 meses después de realizar la petición.
Por otras parte el CEO asegura que 39 de los documentos estaban “profundamente censurados”, pues no había información alguna en los referido a los encuentros a puerta cerrada en los cuales los lobbies “presionan por la liberalización del comercio bilateral” como la Cámara de Comercio de EEUU, la Federación Industrial Alemana (BDI) o BMW. Por otra parte en los documentos entregados el CEO acusa a la Comisión Europea de borrar parte de los textos.
Bruselas por su parte justifica dicha cuestión en que en algunos textos “se refleja la posición europea en las negociaciones”. Tras los escándalos de espionaje, los eurodiputados del grupo Verde opinaban que ya no tiene sentido ocultar a la opinión pública lo que defiende la UE “Estados Unidos ya conoce la posición Europea, la ha espiado”
Así “la transparencia sobre las negociaciones” es el principal argumentario de los críticos. Así el Observatorio Europeo de las Corporaciones (CEO en inglés), una organización cuya labor es estudiar y controlas la presión que ejercen los lobbies empresariales en los organismos comunitarios afirmaba “El acuerdo se esta negociando en secreto entre gobiernos y multinacionales”. CEO enfoca sus preocupaciones en el secretismo pues ni los documentos de negociación, ni la contribución de los distintos actores, ni las agendas o las reuniones con la industria son públicos. Así CEO asegura que la Comisión “Esta dejando a los ciudadanos en la oscuridad informativa” Pruebas de dicho secretismo las encontramos en que el CEO recibió 44 documentos directamente de la Comisión tras sus reuniones con los lobbies empresariales, después de rellenar una solicitud. Eso si, los documentos llegaron 10 meses después de realizar la petición.
Por otras parte el CEO asegura que 39 de los documentos estaban “profundamente censurados”, pues no había información alguna en los referido a los encuentros a puerta cerrada en los cuales los lobbies “presionan por la liberalización del comercio bilateral” como la Cámara de Comercio de EEUU, la Federación Industrial Alemana (BDI) o BMW. Por otra parte en los documentos entregados el CEO acusa a la Comisión Europea de borrar parte de los textos.
Bruselas por su parte justifica dicha cuestión en que en algunos textos “se refleja la posición europea en las negociaciones”. Tras los escándalos de espionaje, los eurodiputados del grupo Verde opinaban que ya no tiene sentido ocultar a la opinión pública lo que defiende la UE “Estados Unidos ya conoce la posición Europea, la ha espiado”
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