Noam Chomsky, Eduardo Galeano, Slavoj Zizek y otros 33 intelectuales firman un manifiesto de apoyo a Podemos a través de un blog llamado "apoyo internacional a Podemos".
En el manifiesto, que ha sido publicado en seis idiomas (castellano, inglés, griego, italiano, francés y alemán) los 36 intelectuales han querido "celebrar la irrupción en España de esta iniciativa política" a la cual consideran una alternativas dispuesta a "dar la batalla por la democracia, los derechos sociales y la soberanía popular".
A juicio del manifiesto "Podemos ha sabido recoger la herencia del ciclo de movilizaciones populares que, desde 2011, ha surgido a lo largo y ancho del planeta para reivindicar una democracia realmente digna de ese nombre" y fomentar la participación política. Sobre su programa electoral se muestran claros:
"El programa político de Podemos, elaborado de manera participativa por miles de ciudadanos, ha sido capaz de materializar el anhelo compartido por millones de personas de todo el mundo en un proyecto político concreto: una ruptura con la lógica neoliberal del austericidio y la dictadura de la deuda; un reparto equitativo del trabajo y la riqueza; una democratización de todas las instancias de la vida pública; la defensa de los derechos sociales y los servicios públicos, y el fin de la corrupción y de la impunidad con las que el sueño europeo de igualdad, libertad y fraternidad ha degenerado en la pesadilla de una sociedad injusta, desigual, oligárquica y cínica."
Manifiesto de Apoyo internacional a Podemos
Pocos días después de las últimas elecciones europeas, celebradas el 25 de mayo de 2014, los firmantes de este manifiesto queremos celebrar la irrupción en España de la iniciativa política «Podemos», que ha obtenido en escasos meses de existencia un impresionante apoyo popular al conseguir un 8% de los votos, convirtiéndose en la tercera fuerza política en 23 de las 40 ciudades principales del país. Ante el paisaje desolador que las políticas de austeridad han diseñado para el Sur de Europa, es esperanzador que surjan alternativas dispuestas a dar la batalla por la democracia, los derechos sociales y la soberanía popular. Y lo es más aún que estas alternativas intenten, a la vez, hacer política de una forma nueva, más allá del chantaje que condena a estos países a depender de las políticas dictadas por las élites políticas y financieras de la Unión Europea.
Podemos ha sabido recoger la herencia del ciclo de movilizaciones populares que, desde 2011, ha surgido a lo largo y ancho del planeta para reivindicar una democracia realmente digna de ese nombre. Lo ha hecho al fomentar la participación política de la ciudadanía a través de unas elecciones primarias abiertas y la redacción de un programa colaborativo, gracias a la constitución de círculos de apoyo y asambleas populares y, asimismo, lo hace renunciando a financiarse mediante préstamos bancarios, publicando en la web (podemos.info) su contabilidad completa, y adoptando un compromiso firme con la revocabilidad de los cargos y la limitación de mandatos, privilegios y salarios.
El programa político de Podemos, elaborado de manera participativa por miles de ciudadanos, ha sido capaz de materializar el anhelo compartido por millones de personas de todo el mundo en un proyecto político concreto: una ruptura con la lógica neoliberal del austericidio y la dictadura de la deuda; un reparto equitativo del trabajo y la riqueza; una democratización de todas las instancias de la vida pública; la defensa de los derechos sociales y los servicios públicos, y el fin de la corrupción y de la impunidad con las que el sueño europeo de igualdad, libertad y fraternidad ha degenerado en la pesadilla de una sociedad injusta, desigual, oligárquica y cínica.
Tal como se ha demostrado en estas últimas elecciones, la desafección y el malestar que generan las políticas impuestas por la Troika son el mejor caldo de cultivo para el regreso y el avance de la xenofobia y el fascismo. Urge, por tanto, que la esperanza que ha germinado con Podemos se extienda a todos los países: la resistencia de un pueblo que se niega a aceptar su sometimiento pasivo y reclama para sí ese poder que en esencia es solamente suyo: la democracia, la capacidad de decidir entre todos sobre lo que es de todos.
Por eso manifestamos nuestro apoyo a esta iniciativa y a su método abierto y participativo, con la esperanza de que su empeño fructifique y se propague de forma imparable por muchos otros lugares de Europa y del mundo.
Apoyan:
Paula Biglieri
Bruno Bosteels
Giuseppe Cocco
Pierre Dardot
Christian Laval
Simon Pinet
Raul Zelik
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