El alumnado español cada vez es más consciente de las cotas de manipulación en las aulas, el uso de los exámenes como forma de grabar a fuego qué está bien y qué está mal en este sistema y, sobre todo, de evitar que los alumnos piensen.
Ya decía mi compañero Ángel el otro día que las PAU (la famosa Selectividad) no era más que un obstáculo para el acceso a la universidad, destinado a limitar la entrada a esta a los alumnos "de extracción obrera". Yo por mi parte coincido con él, con ciertos matices. Tanto es así que yo mismo estaba considerando el escribir una entrada aquí, aunque enfocada a otro aspecto de estas pruebas: su aspecto propagandístico para perpetuar los valores del régimen del 78. En mi región, Extremadura, preguntaron por la Constitución del 78, la "ardua" labor del rey para mantener la "democracia" y la obra de Adolfo Suárez. Y como en mi comunidad, en tantas otras. Aún ando a la espera para elaborar unos datos estadísticos sobre en cuántas comunidades los alumnos nos hemos tenido que tragar nuestros ideales y escribir que "gracias a Juan Carlos I hoy vivimos en democracia" o que "la Constitución del 78 ha sido la constitución más democrática que hemos tenido en España".
Sin embargo, no es eso lo que hoy me trae aquí. Escribo estas líneas desde la más pura indignación tras hablar con una amiga (Carmela, nombre ficticio) que hoy, 17 de junio de 2014, ha acudido al IES Santa Eulalia de Mérida (Badajoz) para realizar los exámenes de los Premios Extraordinarios de Bachillerato. Carmela ha explicado hoy en su cuenta de Facebook lo estupefacta que se ha quedado al ver el examen de inglés de dicha prueba.
En dicho examen de inglés, se proponía un texto, el cual os dejo al final el texto y su traducción al español, sobre el que se formulaban una serie de cuestiones. Cuál fue la sorpresa de Carmela al ver que el texto versaba sobre los resultados de la recientes elecciones europeas y del cual se desprendía cierto tono despectivo. Así mismo, prosiguió la lectura del examen y Carmela se topa con una pregunta inesperada. "Había una pregunta que formulaba algo parecido a 'tu amigo votará a Podemos, aconséjale no hacerlo con unas buenas razones en no menos de 80 palabras'", afirma Carmela, muy sorprendida.
"Aconseja a tu amigo que no vote a Podemos". Intercede por nosotros y piensa que votar a Podemos es malo. Intercede por nosotros y difunde la maldad de los "bolivarianos". Intercede por nosotros y perpetra el crimen bipartidista.
A mí, personalmente, no me gusta Podemos por diversos motivos, pero noto, como cualquier persona con dos dedos de frente, cierta esencia antidemocrática en semejante pregunta. Se le pide al alumno que de razones para no votar a un partido político, sin importar lo que realmente piense dicho alumno. No importa que incluso milite en Podemos, tiene que pensar "buenas razones" para no votarlos. Tiene que tragarse sus principios por una nota. Todo porque, como bien decía Ángel en el artículo antes citado, la letra con sangre entra. Todo para taladrar en las cabezas de los pobres alumnos que "no estamos para experiencias bolivarianas" y que" lo responsable" es votar al bipartidismo.
En dicho examen de inglés, se proponía un texto, el cual os dejo al final el texto y su traducción al español, sobre el que se formulaban una serie de cuestiones. Cuál fue la sorpresa de Carmela al ver que el texto versaba sobre los resultados de la recientes elecciones europeas y del cual se desprendía cierto tono despectivo. Así mismo, prosiguió la lectura del examen y Carmela se topa con una pregunta inesperada. "Había una pregunta que formulaba algo parecido a 'tu amigo votará a Podemos, aconséjale no hacerlo con unas buenas razones en no menos de 80 palabras'", afirma Carmela, muy sorprendida.
"Aconseja a tu amigo que no vote a Podemos". Intercede por nosotros y piensa que votar a Podemos es malo. Intercede por nosotros y difunde la maldad de los "bolivarianos". Intercede por nosotros y perpetra el crimen bipartidista.
A mí, personalmente, no me gusta Podemos por diversos motivos, pero noto, como cualquier persona con dos dedos de frente, cierta esencia antidemocrática en semejante pregunta. Se le pide al alumno que de razones para no votar a un partido político, sin importar lo que realmente piense dicho alumno. No importa que incluso milite en Podemos, tiene que pensar "buenas razones" para no votarlos. Tiene que tragarse sus principios por una nota. Todo porque, como bien decía Ángel en el artículo antes citado, la letra con sangre entra. Todo para taladrar en las cabezas de los pobres alumnos que "no estamos para experiencias bolivarianas" y que" lo responsable" es votar al bipartidismo.
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