Sergio D. Urrego de 16 años se quitaba la vida el 4 de agosto de este año por el infierno que estaba pasando debido a su orientación sexual y el rechazo por parte de la familia de su pareja y su colegio.
Tras despedirse de su familia, amigos y compañeros Sergio se quitó la vida saltando desde el balcón de un centro comercial de la capital colombiana. Escribió varias cartas de despedida entre ellas a su madre a la que le daba las gracias y le pedía que donaran sus órganos así como que se negaran a que su cuerpo recibiese una sepultura católica.
La pesadilla que este chico vivió empezó cuando en su colegio le negaron derechos como entrar a las clases por tener una fotografía besándose con su pareja, además de ser ambos enviados a una terapia psicológica. En esta se les dijo a la pareja que deberían confesarle a sus padres su orientación sexual; los padres de Sergio lo comprendieron y aceptaron cosa que, su pareja no vio como respuesta de sus padres. Los padres de la pareja del colombiano interpusieron una denuncia por acoso sexual de Sergio a su hijo, cosa que jamás se ha demostrado. Pero no fue esta la única denuncia, hubo un cruce de denuncias entre la familia de Sergio y el colegio Gimnasio Castillo Campestre que acabarían derivando en la muerte del joven estudiante.
Esta no es el primer caso, todos los años adolescentes mueren por acoso escolar y la situación en nuestro país es muy grave ya que por motivos de LGTBfobia han recibido acoso muchas personas que para algunos de nosotros puedan ser invisibles o poco perceptibles. De los que lo sufren, un 72% no se atreven a contar su situación en el colegio así como un 43% ha pensado alguna vez en suicidarse por este motivo.
Fuente de porcentajes: Informe de resultados de la investigación realizada por COGAM
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