La duquesa de Alba (en el círculo) en una reunión en 1973 en la que se encuentra el dictador F. Franco |
Los seis hijos y su marido se reunieron tras la noticia de su defunción en el Palacio de Dueñas. En el ayuntamiento de Sevilla las banderas ondean a media asta y se ha decretado un día de luto por la muerte de la que poseía 46 títulos nobiliarios.
Su fortuna es estimada en 2.800 millones de euros, el noveno puesto en la lista 'Forbes'. Entre sus propiedades destacan 5 títulos de duquesa, 18 de marquesa, 20 de condesa y 14 de 'grande de España'. Así como de más de veinte castillos, 34.000 hectáreas de tierras agrícolas y dos palacios en Madrid y Sevilla, de 3.500 y 9.400 metros cuadrados respectivamente.
Durante los siglos XVIII, XIX y XX, la propiedad de la tierra en Andalucía fue acaparada por la casa de Alba, la familia de aristócratas de la que descendía Cayetana. Dichas tierras destacaron siempre por su falta de producción debido al gran monopolio nobiliario sufrido por los jornaleros andaluces, que siempre sufrieron de miseria y hambre por ello. Ya la II República trató una tímida reforma agraria que diese tierras a los jornaleros andaluces, expropiando tierras a la casa de Alba.
Nada más estallar la guerra civil, las tierras expropiadas por la II República fueron devueltas a los duques de Alba, con matanzas de los jornaleros. La familia Alba fue un importante miembro del franquismo, siendo incluso nombrado el padre de la duquesa de Alba embajador de Franco en Londres.
Ya después de la avenida del régimen del 78 y una vez muerto el dictador, se introdujo el Plan de Fomento de Empleo Agrario, en 1984, de la mano del PSOE. No obstante esto no afectó a la duquesa, quien recibía subvenciones mientras el Fomento de Empleo Agrario tratando de evitar ocupaciones de tierras daba subvenciones de 400 a 600 euros a los jornaleros.
No hay comentarios :
Publicar un comentario