La televisión estatal siria confirmó esta semana que las milicias del Daesh han tomado la ciudad monumental de Palmira, tras la retirada de las tropas leales al gobierno de Siria, ciudad clave por sus instalaciones militares, y además, poseedora de unas ruinas declaradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Son conocidas las destrucciones llevadas a cabo por el ISIS contra todo tipo de obras de arte, monumentos y ruinas con cierta importancia histórica, en el afán del grupo fundamentalista por "recomenzar la civilización desde cero", lo que hace previsible que las ruinas de Palmira también serán arrasadas por la organización wahabista.
Las milicias terroristas controlan ya 95.000 km² de territorio en Siria, más de la mitad del territorio nacional, tras la conquista de la mayor parte del desierto central. Entre los territorios dominados por el EI, se encuentran las zonas al este de la capital Damasco, así como parte del Campo de Refugiadas Palestinas de Al Yarmuk.
El Estado islámico tiene ya en su poder casi todos los campos de gas del país, salvo el yacimiento de Al Shaer, en manos del gobierno de Al-Asad, y el de Ramilan, en manos de las milicias kurdas, Al Hasaka.
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