Bahman Ghobadi o el cine iraní kurdo.

Bahman Ghobadi (1969, Bane, Kurdistán Iraní) es director, actor, guionista y productor. Muy interesado en el cine desde joven cursó estudios en Iranian Broadcasting College de Teherán aunque no los concluyó. Más tarde comenzó a hacer cortos en 8 mm y tras ello decidió rodar su primer largometraje, A time for drunked horses (2000). Se llevó la Cámara de Oro del Festival de Cannes.

Sus inicios en el cine se debieron a la ayuda que le brindó Kiarostami dejándole ser su ayudante en la película The Wind. Ambos cruzaron el Kurdistán Iraní en busca de pueblos, donde rodar la película.
También participará en películas como actor. Es el caso de La Pizarra de Samira Makhmalbaf y Mohsen Makhmalbaf.
Su vida está marcada por pertenecer al pueblo Kurdo. Un pueblo que se ha visto obligado constantemente a huir de sus tierras y a una constante represión. De hecho, uno de sus películas más admiradas es Las Tortugas también vuelan. Este film es sobrecogedor y nos muestra un grupo de niños refugiados que se han de imponer a su temprana madurez, cuya única diversión es buscar una antena para enterarse de lo qué está ocurriendo. En una Irak a punto de comenzar la guerra con Estados Unidos, que dejará cien mil civiles muertos.
En esta misma línea, ha declarado en varias ocasiones que busca hacer un cine kurdo que muestre la realidad pero que es difícil en un territorio, donde el cine es un gran desconocido. Con esta idea fundó en el 2000 la productora de cine Kurdo Mij-film. Asimismo, fue el primer director en grabar en Kurdo.
Él mismo ha asegurado en entrevistas que cada vez que grababa una película re-escribía su testamento por si ocurriese algo. Desde el primer momento ha tenido que luchar contra la censura del gobierno iraní, donde para que te concedan una autorización pueden pasar años. Después, se necesitará otra para distribuirla y por último, otra para enviarla a festivales. Pero, Ghobadi no siempre ha contado con esta autorización. De hecho, Nadie conoce a los gatos persas se grabó en tres semanas sin la autorización gubernamental, por lo que tuvo que rodarse sin grandilocuencias. Este semidocumental muy crítico con el gobierno iraní nos muestra el estado de los grupos underground de Irán que han de hacer música escondidos, como los gatos persas que en este mismo país no pueden salir de la residencia doméstica pero son admirados por su belleza.
Al final, en 2013 decidió marcharse del país y comenzar a hacer cine fuera de Irán, ya que no era capaz de aguantar la presión y más tras la detención de su hermano, Behrouz Ghobadi, también, director de cortos. En sus propias palabras describe así el cine [entrevista concedida a Europa Press]:

Esa energía procede también de mi país, de la cultura del pueblo kurdo y las desgracias que ha sufrido durante siglos, esa inseguridad tan tremenda… todo ello me han llevado a hacer películas. Es cierto que yo no estaba enamorado del cine y que en muchas ocasiones lo detesto, porque la situación es dura y las CONDICIONES no son favorables para un cineasta. Sólamente en una ocasión pude filmar tranquilamente en Irán. No recuerdo estar sentado en una silla y decir: Silencio. ¡Acción!. No, nunca ha habido esa silla.”