Las próximas elecciones del día 7 de mayo puede ser el adiós del régimen instaurado tras la era Victoriana y por ende del gran bipartidismo, tan arraigado dentro del tablero político del Reino Unido.
El pueblo del Reino Unido decidirá el próximo día 7 de mayo si seguir con el Sistema Parlamentario del Westminster, creado para asegurar grandes mayorías.
Según las últimas encuestas realizadas por You Gob, los conservadores de David Cameron obtendrán 34 escaños; los laboristas 33; los liberal demócratas 10; UKIP (partido por la independencia del Reino Unido) 13; y el Partido Verde se quedaría con 4 escaños.
"El escenario de un Parlamento dividido parece hoy inevitable", apunta Harry Lamberth, el editor de la web Mayo2015.
El 30 de marzo se abrió el periodo de campaña electoral. En el cual los 7 partidos con mayores posibilidades de tener representación en el Parlamento tendrán que esforzarse duramente para alcanzar una mayor correlación de fuerzas para intentar llevar a cabo sus propias políticas; ya que las mayorías absolutas permanentes a lo largo de la historia del Parlamento Inglés están tendiendo a su desaparición.
Ahora cabe preguntarse, ¿qué ha pasado en Reino Unido para haber llegado a este escenario político tan desconcertante e insólito?
El primer motivo parece encontrarse en la subida en intención de votos de UKIP, una formación que se fundamente en el racismo y en el euroescepticismo. La extrema derecha que nunca había tenido representación alguna parece que ahora sí su discurso ha canalizado dentro de el pueblo de Reino Unido. Actualmente, las encuestas le dan de 5 a 30 escaños. Cuando hace apenas 1 año sus actos no llenaban ni una sala, ahora aparecen a diario en los medios y más aún desde las elecciones europeas del 2014 cuando su discurso en contra de Europa pareció imponerse. Sin lugar a dudas la población de Reino Unido ha encontrado en Farage (líder de la UKIP) la solución a esa desafección generalizada que hay a la Unión Europea
"Hemos abierto las puertas a diez países excomunistas y como resultado de nuestra pertenencia a la UE no tenemos ningún control sobre el número que llegan", sentenció Farage.
La promesa de David Camerón de un Referéndum sobre la permanencia dentro de la UE le concede su última posibilidad de que los sectores más conservadores cambien el voto de su formación por la de UKIP.
Otro de los motivos fundamentales de la más que previsible llegada del Huge Parliament (Parlamento de minorías) es la falta de conexión del líder del Partido Laborista, Ed Milliband con el electorado.
"Incluso en el escenario de una renuncia de Milliband, el laborismo no recuperará su viejo lustre", señala el analista John Harris en The Guardian.
Lo que está también claro es que tras el Referéndum de Independencia de Escocia algo ha cambiado en el tablero político del Reino Unido. Donde los laboristas defendieron la NO Independencia y esos votos se los puede llevar el Partido Nacional Escocés. Lo cual perjudica enormemente al partido laborista siendo Escocia uno de sus bastiones más importantes y donde conseguía los mayores números de votos.
La excepcionalidad por la que estamos el conjunto de los pueblos de Europa no ha sido indiferente para el Reino Unido. El día 7 de mayo se disiparán las dudas entorno a si será un cambio de paradigma que transforme las debilidades del conjunto del sistema del Reino Unido o si será un simple cambio de caras dentro del Parlamento. Esa es la gran cuestión que rodea a las inminentes elecciones.
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