El mismo día del inicio de la Revolución de Octubre un joven
anarquista, hijo de un matrimonio de campesinos pobres, llamado Nestor, tomó la
iniciativa de organizar anárquica y militarmente –y de forma paralela y autónoma
a la revolución rusa- a las masas campesinas de todo el sur de Ucrania. Nestor
nació el 27 de octubre de 1889 en Hulai-Pole, una pequeña población del sureste
de Ucrania. Ante la prematura muerte de su padre cuando él aun no sabía ni
hablar, tuvo que empezar a mantener a toda su familia desde los siete años,
trabajando como pastor hasta los doce años, para luego convertirse en peón de
colonos alemanes que tenían grandes extensiones de granjas. Fue desde ese mismo
instante cuando empezó a generar su odio hacia las injusticias cometidas por los
“señores”. Se enroló en el movimiento libertario con dieciséis años, después de
participar en la revolución de 1905. Encarcelado por el zarismo tres años
después, y no volvió a ser libre hasta la amnistía de 1917. La enorme
sublevación campesina fue liderada y protagonizada por un anarquista, una
especie de bandolero al más puro estilo “Robin de los bosques” ácrata, conocido
popularmente entre los campesinos como Bakto Makhno (Papá Makhno). Los primeros
congresos de la Makhnovtchina agrupaban a la vez tanto al campesinado como a
los guerrilleros del Ejército Negro. Los congresos se convertían una
prolongación más de un ejército insurreccional y campesino que practicaba la
guerra de guerrilla, que era increíblemente móvil, capaz de recorrer hasta cien
kilómetros por día, no solo gracias a su caballería, sino también a su potente
infantería dotada de grandes coches movidos por caballos de raza ucraniana,
famosos por ser una de las razas más atléticas y con piernas muy fuertes. El
Ejército Negro, al igual que las comunas de todo el territorio makhnovista,
estaba organizado bajo las bases libertarias, de voluntariedad, de principio
electivo para con los cargos jerárquicos y una fuerte auto-disciplina. Fue
gracias a este singular ejército que se pudo haber derrotado, en otoño de 1919,
al Ejército Blanco de Denikin. La primera medida que se quiso tomar desde
Moscú, concretamente desde el Ejército Rojo, entonces comandando por León
Trotsky, era poner al ejército de Makhno bajo la tutela del mando bolchevique,
cosa que desde un primer momento fue rechazada tanto por el mismo Makhno como
por todo el movimiento anarquista Ucraniano. Inaugurando una técnica que
dieciocho años más tarde imitarían los bolcheviques españoles contra la
CNT-FAI, el bolchevismo ruso de entonces negó cualquier envío de armas y
suministros al Ejército Negro, para años más tardes acusarles de “traición” por
“dejarse abatir por las tropas blancas”.
Tan solo hubo dos ocasiones en la que los dos movimientos, y sus respectivos ejércitos, se vieron obligados a cooperan entre sí, lo cual se produjo primeramente durante marzo de 1919, contra Antón Denikin y sus tropas blancas, y por último durante el verano-otoño de 1920, cuando comenzaron los incesantes ataques de las fuerzas blancas de Piotr Wrangel, que finalmente fue derrotado. Pero una vez pasado el peligro, el Ejército Rojo retomó sus acciones militares contra los insurgentes ucranianos.
Finalmente, en noviembre de 1920, el poder bolchevique
organizó una emboscada que asestaría un golpe mortal a todo el movimiento
makhnovista. El cuerpo de oficiales del Ejército Negro acudió a una invitación
para asistir a un Consejo Militar, en Crimea, por parte del Ejército Rojo. Nada
más llegar, los oficiales makhnovistas fueron desarmados y detenidos por la
Cheka, y muchos de ellos fusilados. La ardua lucha entre libertarios y
“autoritarios” fue encarnizada, alargándose hasta nueve meses, hasta el triunfo
final de las tropas bolcheviques, lo cual obligó a Nestor Makhno a huir hacia
Rumanía en agosto de 1921, y luego hacia París, donde murió, en julio de 1935,
enfermo y en la más estricta pobreza.
El movimiento
makhnovista
En todo el sur de Ucrania, tras la insurrección makhnovista
de 1917, propició, entre otras cosas, la expulsión de los grandes
terratenientes, con lo cual todas las tierras fueron colectivizadas. Pero el
campesinado ucraniano comprendió que no era suficiente, no bastaba con tomar un
pedazo de tierra y contentarse con ello. Es por ello que empezaron a surgir las
primeras “comunas libres”, también conocidas como “comunas de trabajo”. La
primera comuna que se organizó fue la comuna “Rosa Luxemburg, en la localidad
de Pokrovskoié. La comuna, al igual que lo harían todas las que irían
surgiendo, estaba basada en los principios antiautoritarios y libertarios. Al
ir evolucionando, comenzó a ejercer una enorme influencia sobre toda la
población campesina. Las autoridades marxistas de la zona procuraron ingerirse
en la vida interior de estas nuevas organizaciones, pero no se les admitió en
ninguna de ellas. Desde un principio, las comunas libres no eran numerosas, y
solo abarcaban a una minoría de la población, sobre todo a esa que no poseía
bienes rurales propios.
Las comunas libres de Ucrania no se crearon por una fantasía
o idealismo cualquiera, sino solamente a consecuencia de las necesidades
esenciales del campesinado que nada poseían antes de la revolución y que, tras
el triunfo, organizaron ellos mismos la organización económica y política sobre
las bases comunales. “No eran, pues, las
comunas artificiales del Partido Comunista, donde se reúnen habitualmente
elementos cogidos al azar que no hacen sino depredar los granos y destruir la
tierra, que gozan del apoyo del Estado, del gobierno y, en consecuencia, viven
del trabajo del pueblo al que tienen la pretensión de enseñar a trabajar”,
rezaba Piotr Archinoff, antiguo amigo de Nestor Makhno.
Eran comunas verdaderamente diligentes de campesinos. Estos
trabajaban allí en primer lugar para asegurar su pan diario. Además. Cada
campesino encontraba en la comuna el apoyo moral y material que necesitara para
su libre desarrollo. El principio de igualdad y camaradería estaba impregnado
en el ambiente de las nacientes comunas libres. Tanto mujeres como hombres,
trabajaban allí en la medida de sus posibilidades físicas. Las funciones
organizativas estaban confiadas a dos o tres compañeros que, tras haberlas
cumplido, volvían a su puesto de trabajo. Paralelamente a la construcción de
este nuevo ambiente perfectamente anárquico era indispensable crear una
organización unida en toda la Ucrania liberada. Era menester encontrar en común
soluciones a diferentes cuestiones y problemas que afectaban a toda la región
entera. Se comenzaron a crear los principales órganos políticos correspondientes,
estos eran , los congresos regionales de campesinos, obreros y revolucionarios.
Durante los tres años de vida de la Makhnivtchina existieron tres grandes
congresos a modo de encauzar la organización política de la Ucrania libre. En
lo que respecta a los órganos de dirección social, la clase obrera y campesina
fue partidaria de la idea de los soviets como forma de “autogobierno” político
y económico. Cada soviet era el ejecutor de la voluntad del pueblo ucraniano
libre. Los soviets se enlazaban local y regionalmente para formar así
organizaciones más grandes. Pero su organización completa nunca se dio, pues el
curso de la guerra contra el ejército blanco, y los desmanes del Ejército Rojo,
hacían difícil el funcionamiento exitoso de estos órganos.
León Trotsky y la
Makhnovtchina
Ante las divergencias ideológicas entre anarquistas y
marxistas, y la posibilidad del triunfo de
una revolución proletaria no dirigida por el Partido Comunista, la
propaganda antimakhnovista del bolchevismo se incrementó más y más. Fue Trotsky
el director que orquestó de esta gran campaña llena de calumnias, mentiras,
difamaciones y manipulación en general. Según el señor León, el movimiento
insurreccional makhnovista no era más que un movimiento de los ricos “kulaks” que
buscaban establecer, aun más, su poder en el sur de Ucrania. Decía, que todos
los discursos libertarios no eran más que una burda astucia de guerra, pero que
en realidad eran los kulaks los que controlaban ese movimiento con el fin de
establecer su autoridad. De forma paralela a la manipulación se sucedía el
bloqueo de suministros a toda la región insurreccional. El avituallamiento de
municiones y demás material indispensable para una revolución cesó
inmediatamente. Y la situación devino catastrófica en el momento en que las
tropas de Denikin recibían un esfuerzo considerable por parte de los cosacos de
Kouban y del resto de destacamentos militares ‘blancos’ formados en el Cáucaso.
Los bolcheviques se daban perfectamente cuenta de las
consecuencias nefastas que tendrían estas acciones. Adoptaron tales tácticas
porque sabían que el bloqueo significaría la destrucción y aniquilamiento de la
potencia militar makhnovista. Trotsky comprendió muy bien que sería muy fácil
luchar contra enemigos desarmados. Ante tales desmanes por parte del los
bolcheviques, el Ejército Negro se vio cada vez más asediado por las tropas
blancas. Fue entonces cuando se decidió convocar para el 15 de junio de 1919 un
congreso extraordinario donde se hacía un llamamiento, tanto a los makhnovistas
como al propio Ejército Rojo, para detener la nueva –y fuerte- ofensiva que
tenían planeada las tropas de Denikin. Pero en lo que no habían caído los
insurgentes ucranianos, era en la ‘otra’ ofensiva, la del Ejército Rojo.En la
localidad que vio nacer a Nestor Makhno, en Gulai-Polé, el 31 de mayo de 1919
los bolcheviques comenzaron su propia campaña militar. Mientras el Ejército
Negro marchaba hacia la muerte contra las temibles tropas cosacas de Denikin,
el Ejército Rojo irrumpió en las localidades de la región desmantelando todas
las comunas, deteniendo y fusilando a rebeldes que se resistían. A partir de
aquí, Trotsky y toda la maquinaria propagandística bolchevique del momento
acusan de traición a Nestor Makhno y de “recular sin cesar ante los blancos” a
las tropas guerrilleras del Ejército Negro.
La entrada del Ejército Rojo en la Ucrania Libre marcaría el
final de la ‘aventura’ anarquista en el sur de Ucrania, dejando cerca de
200.000 campesinos insurgentes asesinados mediante el fusilamiento, y el resto
detenidos y enviados a campos de trabajos forzados en la fría Siberia. El
ejército negro combatiría hasta la última gota de sangre bajo el lema “¡Vivir
libres o morir combatiendo!” provocándole con las pocas tropas y armamento una
contienda bélica más larga y ardua de lo que pronosticó el Comité Central de
Moscú. Sin embargo, en la primavera de 1921, con los últimos cien guerrilleros
de lo que un día fue un gran ejército revolucionario, y a causa de las heridas
de guerra, decidieron retirarse hacia Rumanía cruzando el rio Dniester.
Finalmente, los supervivientes de lo que fue la Ucrania Libre emigrarían para
siempre lejos de la Unión Soviética.
“Si en la historia hay
sucesos cuya existencia ha sido tratada de borrar por todos los medios, probablemente
el movimiento majnovista sea uno de los más golpeados por el olvido.” Así
rezaba un comentario anónimo en una red social sobre el movimiento anarquista
ucraniano del siglo pasado. Y es que como ha demostrado siempre la historia,
esta es siempre escrita por los vencedores, pero a veces esa historia oficial
se agrieta para sacar a la luz la ‘otra’ historia, la de las perdedoras, la de
las desposeídas. Esta fue la historia del movimiento majnovista, Nestor Makhno
y ‘su’ Ejército Negro.
Como complemento a esta presente lectura, añadimos dos
documentos históricos transcritos al castellano:
Manifiesto del
Ejército Insurgente de Ucrania (Primero de enero de 1920)
¡A todos los campesinos y obreros de Ucrania! ¡A transmitir
por telegrama, por teléfono o por correo ambulante, a todos los pueblos de
Ucrania! ¡Para leer en las reuniones de campesinos, en las fábricas y en las
empresas!
¡Hermanos trabajadores!
El ejército insurreccional de Ucrania fue creado para
alzarse contra la opresión de los obreros y campesinos por la burguesía y por
la dictadura bolchevique-comunista. Se ha puesto como meta la lucha por la
liberación total de los trabajadores ucranianos del yugo de tal o cual otra
tiranía y por la creación de una verdadera constitución socialista entre
nosotros. El ejército insurreccional de revolucionarios makhnovitsi ha
combatido con fervor en numerosos frentes para alcanzar este fin. Termina
actualmente y victoriosamente la lucha contra el ejército de Deinikin,
liberando una región tras otra allí donde existía la tiranía y la opresión.
Muchos trabajadores campesinos se han planteado qué hacer,
qué se puede y qué debe hacerse, cómo comportarse frente a las leyes del poder
y de sus organizadores, etc.
A estas cuestiones, la Unión ucraniana de trabajadores y
campesinos responderá más adelante, pues debe reunirse muy pronto y convocar a
todos los campesinos y obreros. Dándose cuenta de que no se conoce la fecha
precisa de esta asamblea de campesinos y obreros ni dónde tendrán la
posibilidad de reunirse para discutir y resolver los problemas más importantes,
el ejército makhnovitsi considera útil publicar el manifiesto siguiente:
1. Quedan anuladas todas las disposiciones del gobierno de
Denikin. Quedan anuladas también las disposiciones del gobierno comunista que
se oponen a los intereses de campesinos y obreros. Los trabajadores deberán
resolver por sí mismos la cuestión sobre cuáles son las disposiciones del
gobierno comunista nefastas para los intereses de los trabajadores.
2. Todas las tierras pertenecientes a los monasterios, a los
grandes propietarios y otros enemigos, pasan a manos de los campesinos que
viven sólo del trabajo de sus brazos, Esta transferencia debe ser definida en
reuniones y por discusiones de campesinos. Los campesinos deberán tener en
cuenta no sólo sus intereses personales, sino también los comunes del pueblo
trabajador, oprimido bajo el yugo de los explotadores.
3. Las fábricas, empresas, minas de carbón y otros medios de
producción son propiedad de la clase
obrera entera, que asume la posibilidad de su dirección y administración, e
incita y desarrolla con su experiencia el avance, tratando de reunir a toda la
población del país en una sola organización.
4. Todos los campesinos y obreros quedan invitados a
construir consejos libres de campesinos y obreros. Serán elegidos solamente en
estos consejos los obreros y campesinos que participen activamente en una rama
útil de la economía popular. Los representantes de las organizaciones políticas
no podrán participar en los consejos obreros y campesinos, porque ello podría
ir contra los intereses de los trabajadores mismos.
5. No se admite la existencia de organizaciones tiránicas,
militarizadas, que van contra el espíritu de los trabajadores libres.
6. La libertad de palabra, prensa y reunión es derecho de
todo trabajador, y cualquier manifestación contraria a esta libertad representa
un acto contrarrevolucionario.
7. Quedan anuladas las organizaciones de la policía; en su
lugar se organizarán formaciones de autodefensa creadas por obreros y
campesinos.
8. Los consejos obreros y campesinos representan la
autodefensa de los trabajadores; cada uno de ellos debe, pues, luchar contra
cualquier manifestación de la burguesía y los militares. Es necesario combatir
los actos de bandidismo, fusilar en el acto a los bandidos y
contrarrevolucionarios.
9. Han de aceptarse por igual la moneda soviética y la
ucraniana: se castigarán todas las contravenciones de esta orden.
10. Es libre el intercambio de los productos del trabajo o
del comercio de lujo, siempre que esté administrado por organizaciones
campesinas y obreras.
11. Todas las personas que se opongan a la difusión de este
manifiesto serán consideradas contrarrevolucionarias.
Los consejos
revolucionarios del ejército ucraniano, primero de enero de 1920.
Programa-Manifiesto
(Abril de 1920)
1. Quienes son los "makhnovitsi" y cuál es la
causa por la que luchan:
Los makhnovitsi son campesinos y obreros alzados tras 1918
frente a la brutalidad del poder burgués, alemán, húngaro, austriaco y contr el
del atamán de Ucrania. Los makhnovitsi son trabajadores que han blandido la
bandera de la lucha contra Denikin y contra toda forma de opresión, de
violencia y de mentira, venga de donde viniera. Los makhnovitsi son esos mismos
trabajadores, que con el trabajo de toda su vida han enriquecido y engordado a
la burguesía en general y hoy a los soviets en particular.
2. Por qué se les llama "makhnovitsi":
Porque durante las jornadas más penosas y graves de la
reacción en Ucrania, tuvimos en nuestras filas al infatigable amigo y
'condottiere' Makhno, cuya voz se dejó oír en toda Ucrania protestando contra
toda violencia ejercida contra los trabajadores, llamando a todos a la lucha
contra los opresores, ladrones, usurpadores y charlatanes políticos que engañan
a los trabajadores. Esta voz resuena aún hoy entre nosotros, en nuestras filas,
no deja de llamar ala lucha por la meta final: la liberación y la emancipación
de los trabajadores de cualquier opresión.
3. Cómo obtener esta liberación:
Echando abajo el gobierno de coalición monárquica,
republicana y socialdemócrata, comunista y bolchevique. En su lugar deben
elegirse por elecciones libres consejos de trabajadores, que no serán un
gobierno con leyes escritas y arbitrarias, pues el sistema soviético no es
autoritario. Es la más pura forma de socialismo antiautoritario y antiestatal
que se expresa por una libre organización de la vida social de los
trabajadores, independiente de las autoridades, una vida donde cada trabajador,
aislado o asociado, podrá con toda independencia construir su propia felicidad
y su propio bienestar integral, según los principios de la solidaridad, la
amistad y la igualdad.
4. Cómo interpretan los "makhnovitsi" el régimen
soviético:
Los trabajadores mismos deben elegir sus propios consejos
(soviets) que ejecutarán las voluntades y órdenes de estos mismos trabajadores;
serán, pues, consejos ejecutivos, y no de autoridad. La tierra, las fábricas,
las empresas, las minas, los transportes, etc., la riquezas del pueblo deben
pertenecer a los trabajadores que trabajan, deben, pues, ser socializadas.
5. Cuáles son los caminos que llevan al fin de los
"makhnovitsi":
Una lucha
revolucionaria consecuente e implacable contra todas las mentiras, contra la
arbitrariedad y la violencia, viniere de donde viniere, una lucha a muerte; la
libre palabra, acciones justas, una lucha con las armas en la mano.
Sólo suprimiendo todo gobierno, todo representante de la
autoridad, destruyendo en su base cualquier mentira política, económica y
estatal, destruyendo el Estado por una revolución social, podrá darse un
verdadero sistema de soviets de obreros y campesinos, y avanzar hacia el comunismo.
Editado por la sección
cultural y educativa del ejército insurreccional makhnovista.
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