Las voces que piden
desde dentro de UPyD la convergencia con Ciudadanos van en aumento. Por su
parte, Rosa Díez hace oídos sordos y acalla al sector crítico con aperturas de
expedientes y suspensiones de militancia.
Ya
han pasado cinco meses desde que Francisco Sosa Wagner, eurodiputado de UPyD
desde 2009, renunciase a su acta de parlamentario y abandonase la formación por
discrepancias con la dirección. Desde entonces, las bajas de militantes se han
disparado.
El
aspecto fundamental en este conflicto interno se debe, principalmente, al ascenso de Ciudadanos (C’s), que ha
dividido al partido que lidera Rosa Díez en dos: Por un lado, el sector
oficialista, que controla los órganos de dirección y que está con Díez, apoya
que UPyD mantenga su independencia respecto de C’s. Por otro, el sector
crítico, que discrepa de las decisiones de la dirección del partido y pide que
se entablen conversaciones con C’s para formalizar una candidatura conjunta de
cara a las elecciones generales de finales de año.
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| Rosa Díez, en rueda de prensa |
Los
críticos llevan desde hace meses acusando
a Díez de “aferrarse al sillón” y, con el debacle del partido en las
elecciones andaluzas (que no consiguió ningún escaño, mientras que Ciudadanos
obtuvo nueve), las críticas a la presidenta y las voces pidiendo su dimisión se
han multiplicado. Además, han dejado la dirección nacional del partido miembros
destacados como los diputados nacionales Irene
Lozano y Toni Cantó o el
diputado regional y portavoz de la formación en la Asamblea de Madrid Luis de Velasco.
Sin
embargo, el blanco de las críticas, Rosa Díez, sigue sin ceder y sin hacer autocrítica.
Asegura que tiene el respaldo de los militantes y de los simpatizantes y que no
moverá ficha hasta después de las elecciones
autonómicas y municipales de mayo, fecha tras la cual la dirección del
partido ha convocado una Asamblea Extraordinaria para decidir qué estrategia
plantear de aquí a las elecciones generales de noviembre.
Mientras
tanto, las “purgas” internas se van sucediendo con el paso de los días: La
última ha sido la suspensión cautelar de militancia y la apertura de expediente
disciplinario a los eurodiputados Fernando Maura y Enrique Calvet, que representaban hasta ahora el 50% de la
delegación de UPyD en el Parlamento Europeo y que también pedían el
entendimiento con C’s.
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