El grupo fundamentalista islámico Boko Haram,
operativo en el norte de Nigeria, ha reivindicado hoy lunes el secuestro de más
de 200 estudiantes de una escuela en el noreste del país, así como las razones
y el propósito de tal secuestro.
Por @AlvBustos
El líder de la secta, Abubakar Shekau, afirmaba que venderá a estas niñas “en el mercado”, puesto que Boko Haram contempla la imposición de la Sharia en estos territorios, y esa ley islámica está en oposición con la idea de educación en las mujeres. Por tanto, este grupo vende a estas niñas en la frontera como esposas. Aparte, las secuestradas han sufrido violaciones “hasta 15 veces al día”, tal como una niña que logró escapar contó a distintos medios, y han sido obligadas a convertirse al Islam, bajo la amenaza de degüello si desobedecían.
Por @AlvBustos
El líder de la secta, Abubakar Shekau, afirmaba que venderá a estas niñas “en el mercado”, puesto que Boko Haram contempla la imposición de la Sharia en estos territorios, y esa ley islámica está en oposición con la idea de educación en las mujeres. Por tanto, este grupo vende a estas niñas en la frontera como esposas. Aparte, las secuestradas han sufrido violaciones “hasta 15 veces al día”, tal como una niña que logró escapar contó a distintos medios, y han sido obligadas a convertirse al Islam, bajo la amenaza de degüello si desobedecían.
El presidente del país, Goodluck Jonathan,
supuestamente ha preparado un dispostivo de búsqueda de las niñas que hasta
este momento no ha tenido éxito, mientras que las familias y diversos
colectivos han denunciado la falta de implicación del gobierno en este asunto.
Nigeria se divide mayormente en la zona cristiana en el sur y la zona musulmana
en el norte, aunque a su vez se divide en cientos de grupos tribales en constante
conflicto: los grupos fundamentalistas campan a sus anchas, sobre todo en el
norte del país, y uno de los grupos más vulnerables a sus acciones son las
mujeres, ya que organizaciones como Boko Haram “presumen” de un machismo
extremo que deja a las mujeres sin derechos ni libertades, y las limita a la
voluntad de su marido. Por otra parte, es notorio el hecho de que gobiernos de
la zona e internacionales no pongan demasiado empeño en solucionar estos
conflictos, que de hecho son esenciales en el juego de ajedrez geopolítico que
supone el control de los recursos fósiles en
Nigeria.
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