Como sabemos, el país vecino
está en las mismas condiciones que Cataluña luchando por una
independencia del país al que actualmente pertenece y recientemente
hemos escuchado de las palabras del presidente del gobierno español
comparecer en los medios de comunicación negándose a la
independencia pero sin dar razones más que las ya repetidas durante
años por el ala más conservador que rechaza este proceso
separatista. Reino Unido sigue ahora el ejemplo de Mariano Rajoy,
haciendo público su total rechazo de la independencia de Escocia ya
que “supondría una ruina total al nuevo estado independiente”.
Además, recientemente se ha
empezado a decir en el país anglosajón que la decisión sobre si
Escocia seguirá formando parte del país no es una decisión de
los escoceses, si no de todos los que viven en Reino Unido.
Ahora que los escoceses habían conseguido, sin tantas pegas como se
ponen aquí, que en un futuro próximo se celebre un referéndum para
decidir el futuro de los escoceses ahora se formulan
argumentos poco lógicos para boicotear este proceso democrático.
Esto
crea discusión en si deben decidir los escoceses su futuro o sus
compañeros de las islas deberían decidir también en ello; cosa que
en el Estado español también se ha dicho pero con menos fuerza. ¿Es
esta la nueva forma de los países con
sectores cismáticos de obstaculizar que se hagan los procesos
oportunos para la
liberación de los pueblos?
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